miércoles, 30 de noviembre de 2011

Rugbylari



Desde que conocí el Rugby, he sido, soy y seré Rugbylari, practicante, amante y sufridor del rugby.
Nunca he escrito nada acerca de mi aficción y creo que ya va tocando, además el partido que jugamos y ganamos el sabado contra Gijon (con mucha lucha de por medio), ha vuelto a despertar en mi esa aficción un pelín aletargada o arrinconada por mis multiples ocupaciones.

Empecé a entrenar en el año 97, acosado por Miguel Pana (era piragüista y en la escuela zamorana coincidí con el) y por Javi el legionario, con arengas del tipo..." con ese cuello que tienes... que haces en piraguismo", "con ese cuerpo, el rugby es lo tuyo..." y finalmente, un día me presente en la ciudad deportiva, y allí en el vestuario, casi todo caras desconocidas, pero buen ambiente, y muchos gordos. Recuerdo las primeras caras que me encontre alli, a Titi, Tuda, Soriano, Patxi, Guti, Lili, Oñate, Pani, Luis Salvador, Manzano, pajaro, Boli, Verdu, Docampo, gente que con el paso de las temporadas y los partidos se convertirian para mi en algo más que amigos, y asi los sigo considerando hoy, aún cuando en el mejor de los casos los veo un par de veces por año, algunos más, a algunos menos. Curiosamente, han sido las redes sociales el modo de reencuentro con muchos de ellos, y solo hay 2 que se resistan a aparecer, Natxo e Iñigo, estos vascos siempre tan independientes.

Pues bien, mis primeros entrenamientos tuvieron tela... el primer dia recuerdo que tocaba primero carrera y luego campo... vaya carrerita, yo con mis 120 kg de futuro pilier, a correr por las cuestas de la zona de la horta, una paliza considerable, no terminé el entrenamiento y me volvi para el campo a esperar la 2ª parte.

Cuando llegaron el resto... ponerse los tacos y para el campo, y ahi comenzo mi andadura por los terrenos de juego... primer dia, juegos de placajes, la primera broma fue que no tuvieron a bien explicarme como se placaba, solo dijeron... que no pase. Pues recuerod que mi primer placaje se lo tenía que hacer a Lili (el boxeador amateur del equipo, la bestia parda de la liga), pues alli fui yo con la cabeza bien alta (cosa que nunca hay que hacer al placar) y Lili me lo enseñó: "Lili que corre, yo que me pongo delante brazos abiertos, lili que saca la mano, mano que va a mi cara, Carlos en el suelo, con sangre en las narices", lo unico que se escuchó fue a lili diciendome que se entra con la cabeza abajo, y a Verdu comentar "joder, otro que no vuelve, ya verás". Pero volví... y para quedarme.

Mi debut... como no podía ser de otra manera, llegó en San Pedro, todo el arquitectura, vino como una horda de barbaros a disfrutar de nuestras ferias y fiestas, y del mitico partido de Sanpedro, en ocasiones viejas glorias, en ocasiones, enfrentamientos "amistosos", en este caso, tuvo un pco de todo como cualquier partido de rugby, despues nos fuimos de cena al perdigón, y al llegar a la plaza Santa Eulalia, llego el momento de los bautizos... que para el que no los conozca... es algo que sufren todos los novatos tras su primer partido. Yo llegue acompañado, de mi gran amigo, compañero de clase, y compañero de rugby "Fuen", nos rodeeó una turba de 200 o 300 personas, y tras el mitico Son de Caballés... nos ducharon con cerveza.

Pues tras preparaciones, partidos amistosos, muchos entrenamientos, llegó mi primer partido de rugby oficial, contra el Cetransa el Minotauro, todavia a día de hoy recuerdo a Verdu, llegando a la parada del Bus, que nos miraba uno por uno, nos mostraba los pulgares hacia arriba en signo de aprobación... y a continuación nos decia "... nos van a dar unas ostias...", y así fue tal cual... nos dieron una bonita manta de palos. No se porque, ya que eran un equipo claramente superior, pero nos las dieron, aún asi, me gustó, sobre todo por el esfuerzo común del equipo, y la ausencia de individualidades.

Podría seguir contando más sobre el juego, pero prefiero hablar sobre la repercusión que tuvo en mi vida el rugby, más allá del deporte.

Si algo he aprendido del rugby... es que el exito en esta vida, no es un paseo por el campo, si no más bien una lucha, en la que puedes elegir, luchar o perder, la primera vez que escuché esto, se me quedó grabado. Aún 15 puntos por encima en el marcador "siempre vamos perdiendo", es como una arenga, pidiendote que luches, porque nada te va a salir gratis, y si asi lo piensas te puedes llevar una mala sorpresa. Es decir, si quieres algo, lucha, y lucha hasta el final. Se podría decir eso de... "el no, ya lo tienes, lucha por el si."

Otra que el que juega al rugby, y comparte el juego, la lucha y el sufrimiento con sus compañeros de equipo de igual manera que ellos lo hacen con el, establece unos vinculos de amistad, hermandad, camaraderia, o como lo querais llamar, que yo no he vivido en ningun otro deporte por muchos que haya practicado. A dia de hoy creo que si digo que pongo la mano en el fuego a que muchos de los que fueron compañeros de Melé, dejarían lo que estuvieran haciendo por venir a ayudarme en un momento de verdadera necesidad no me equivocaria nada. Y no es algo que ellos me hayan dicho, si no algo que siento, cuando hablo con ellos, cuando nos reimos, recordamos viejas historias, y sobre todo cuando compartimos aunque sean 10 minutos de campo, como sucedió el sabado, donde volví a compartir colores con los Gutierrez, y con Pana. Asi que cada partido de viejas glorias suponen un encuentro, una reunión de amigos, compañeros... algo grande.

Esto me ha pasado hoy por la mente... seguiré escribiendo del rugby más adelante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario